viernes, 14 de noviembre de 2008

Coffee Fest Guatemala 2008

No tiene nada que ver, pero me gusto el colorido de esta cometa.

El fin de semana 6,7 y 8 de noviembre fue el tan esperado coffee fest, ¿porqué le pusieron un nombre en inglés?, no lo sé. Esta se llevó a cabo en las instalaciones de Anacafé, zona 14, el ambiente era muy bonito, bien dispuesto, buena organización. Felicitaciones a todos los que estuvieron involucrados.

La prueba de que si estuve en el coffee fest.

Entrados en materia, voy a hacer una descripción algo visceral de mi experiencia. Llegamos y pudimos entrar a pesar de la intempestiva forma del tránsito vehicular de la zona en un domingo por la tarde. Pasamos a ver los stands, los cuáles ofrecían información de sus productos, máquinas de expreso (industriales, no domésticas), café en lata, leche de varias clases, etc.

Lastimosamente no había muestras de artículos que nos interesaban, porque desde mi punto de vista un buen conocedor de café nunca tomaría café que viene de una lata de aluminio, lo rebaja a la categoría de cualquier brebaje de cola.

Muestras de café de algún tipo no había, el año pasado había menos stands pero los que estaban te daban un mini capuccino o expresso saborizado, y ahora solo había en venta, y no me quejo de la venta, me quejo de la falta de variedad porque para tomar café en el cafetalito y otras franquicias no me hace falta ir a ninguna feria.

Me quejo del nombre porque para empezar le ponen un nombre en inglés, cuando por dimensiones y elementos no se le acerca a una feria. Una feria de libros, gastronomía o de cualquier otra cosa que se desee, se realiza para que la comunidad se pueda integrar en una celebración que por consumismo se encuentra unida. Parte de una feria es celebrar la diversidad y ésta no existió, no encontré distintos tipos de café, habiendo tantas marcas, fundos, cafetaleras, lo que menos se encontró en la feria del café fue precisamente dicho grano. En la parte de artesanías, de las cuales casi ninguna tenia que ver con el café, (porque pudieron poner además de tazas, frascos para el café, el azúcar, bolsas, etc.) encontré una marca la cual no la mencionaré porque la ultima vez que la compre solo me sirvió para que me criticaran por servirlo. Encontré café de unos municipios, pero obviamente no era gourmet, y no me refiero solamente a un envasado más sencillo, sino me refiero a que aún en grano no tenía aroma y eso para un café es toda una decepción, no hubo posibilidad de comprarlo en grano o por lo menos recién molido y comprado molido y envasado me da un poco de desconfianza. Y los dulces que vendían en está parte que por cierto no tenían cara de ser artesanales. No creo que tengan mucho que ver con el café, porque mazapanes y jaleas no es algo que marida bien con esta exquisita bebida.

Lo único que me dieron en el coffe fest 2008.


Este año incluyó una sección de niños con juegos tipo feria de mercado que me encantó, no iba con niños pequeños por lo que no pude jugar a nada, iba con una niña ya un poco crecida que no se emocionó con los juegos, ni con la cola de niños esperando en cada juego. Además la idea de tener pinta caritas fue sensacional, lastimosamente las 2 chicas que estaban realizando el trabajo no se daban abasto y esperar a que pinten a 30 niños no es muy agradable, y luego cuando fuimos a pedir un turno, estos ya se habían acabado, pero de esto no le echo la culpa a la feria.

Dentro del edificio de Anacafé se realizó la competencia de barista, que por falta de espacio no lo pude observar, la mayoría no tenia ni idea de que era lo que estaba viendo y un folleto con explicación serviría para educar a quienes no conocen el tema pero por el hecho de estar en esta feria se nota que tienen la iniciativa para adquirir la cultura del café. La gente observaba y no sabía si animar, preguntar o pedir comida para no aburrirse.

Fuera los lugares de comida parecieron una dicotomía, habían un par de lugares con una cola inmensa, que a la verdad, ¿quien tiene tiempo para hacerlas?, y otros no había ningún solo comensal, que da desconfianza ver la disparidad, estas circunstancias me hacen pensar que los lugares totalmente vacíos no eran de buena calidad.


El colorido de la avenida las Américas


Los stands de maquinas para expresso, en lo particular me parecieron superinteresantes, en lo particular no planeo poner un negocio de capuccinos, pero como soy un amante del café, en lugar de interesarme únicamente en el contenido de mi taza, me encanta el proceso del grano desde oro hasta el ritual matutino del café nuestro de todos los días. Por lo mismo me hubiera gustado encontrar máquinas de tipo doméstico, que aunque brillaron por su ausencia cometí el error de ir acompañado con personas que no están igual de fascinadas por el tema como yo. A estos como a la mayoría no les interesa cuántas pascales. de presión pasan por el grano molido a 00 para obtener aquella onza y media líquida de aquel diamante negro líquido que tanto me encanta. Me hubiera podido gustar de más tiempo para realizar preguntas y empaparme más del tema.

Espero que en mis experiencias futuras en el coffee fest de los próximos años podamos encontrar una actividad con mejores resultados, aunque cobren más por la entrada, podamos encontrar mayor orden, diversidad de granos y formas de comprarlos, a precio de ferias, porque encontrar más ofertas en el súper que en la feria del café no tiene ningún sentido. La mejor parte de la actividad estaba afuera de la misma, el paseo obligatorio con los caballos, el sushi del almuerzo, las camas elásticas, los barriletes, y el picnic bajo los árboles de la avenida las Américas.

La parte más bonita de la feria fue el entorno en todo el recorrido

lunes, 10 de noviembre de 2008

Dia de muertos en Guatemala

Empiezo por comentarles que he posteado esto un poco tarde, ustedes saben, la falta de tiempo, de inspiración, y la acumulación de trabajo; pero como amo escribir, aunque sea un poco tarde aquí les voy.


Como he escrito antes, me encanta el día de muertos, algunos creen que soy superficial, pero la verdad es que me gusta rodearme de las cosas que son hermosas. De la misma manera que nos peinamos el cabello para que enmarque nuestro rostro y nos vestimos con las prendas que creamos nos haga ver mejor, lustramos los zapatos para que estén limpios creo que la vida se disfruta más cuando tus sentidos son exaltados con las maravillas que coexisten en la irrealidad que llamamos vida. Y dado que los placeres básicos como la vida, la sexualidad, los goces de la gastronomía, pintura, escultura y demás, entran por el sentido de la vista.


Muchas cosas entran por la vista, y uno de los lugares más hermosos para el sentido de la vista es el cementerio en el día de muertos. Los sepulcros de tan variados colores, lápidas desordenadas, la incongruencia arquitectónica, y el gris del concreto toman vida con las flores, los arreglos de guirnaldas que coronan las paredes de los nichos, como guerreros que vuelven de la batalla, como atletas que alcanzan sus metas, y como la realeza se atavía el día de la coronación. Los ramos llenos de vida que muy pronto se secarán, contrastan irremediablemente con el gris del cementerio, las calles asfaltadas y el interior de los sepulcros que solo albergan los recuerdos y los buenos deseos que guardamos para el día en que nuestra vida acabe.


Así como la mancha roja de salga se ve más intensa en el suéter de lana blanco, asimismo resaltan las flores en un fondo tan falto de vida. Y no es necesario que sean grandes ramos de flores ni que sean lirios, rosas o girasoles, las flores más pequeñas contribuyen con su aroma, su color y sus ganas de aferrarse a los últimos instantes de vida que les quedan dentro de los pequeños tallos a los que se unen.

Hasta el nicho más pequeño, humilde, descuidado o inclusive abierto toma vida con uno de estos adornos, algunos se esmeran poniendo grandes coronas, complejos arreglos florales, pero en estos dorados tiempos de escasez económica, las flores plásticas han tomado su lugar. Pero inclusive hay elementos que merecen nuestra atención, ya que a falta de flores naturales encontramos el deleite de nuestra vista en arreglos de flores de papel, cuyos resultados nos sorprenderán con materiales poco usuales.

La fiesta en el cementerio general no se pudo hacer esperar, el comercio informal se abalanza cubriendo las calles con productos varios que no tienen nada que ver con el día de muertos, estos se colocan alrededor de las entradas del cementerio, y al acercarse al campo santo uno puede reconocer la relación que tenemos más próxima con la muerte, las flores, y las comidas de la temporada y atemporal de nuestra gastronomía, como buñuelos, torrejas, garnachas que habrá quien pueda decir que no están relacionadas directamente con la muerte.

Simplemente me voy a concretar a alegar que nuestra celebración de día de muertos no es tal, sino la muerte nos sirve como recordatorio de la vida y que esto es solo un recorrido hacia una meta en común. Entonces la celebración del día de muertos en realidad es una celebración de la vida, de este camino en el que avanzamos día con día hacia la muerte que nos espera con los brazos abiertos como gran castigador o amorosa madre, según nuestras creencias y deseos. Es el único destino que compartimos todos los que nacemos, poderosos y humildes, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos. Porque cada día que vivimos nos acercamos a la muerte y la celebración de la misma es solo una celebración de cada día que vivimos.

Feria del Turismo en Guatemala (4 Grados)

Últimamente todo me sabe a día de muertos. En Guatemala, como en el resto de los países del mundo tenemos más de un día para descansar y no ir a trabajar, estos días cada quien los usa a su mejor conveniencia. Hay quienes los usamos para reponernos de una noche de fiesta y convivencia con los cuates. Otros tantos los usamos para realmente descansar y reponer energías de los tiempos ajetreados en que nos queremos depilar la espalda con las uñas para tranquilizar el ambiente laboral que estamos viviendo. Una de estas fechas en este país es el día de muertos, En la mayoría de los países occidentales la fiesta más grande es Navidad, y no es que este en contra de la navidad o no la celebre, simplemente creo que en Guatemala, el Rolls Royce de las fiestas y días de asueto es el día de muertos.


Aunque tiende a ser opacada por la publicidad por ser mucho menos rentable para el comercio formal, que la navidad, Halloween, día del cariño, las graduaciones, día de las madres, etc. La publicidad mediática del mes de Octubre tiende a celebrar las graduaciones, comprar anillos, trajes, vestidos de fiesta y sus respectivos accesorios. Luego el resto de personas quiere hacer que compres disfraces, dulces, elementos alusivos al importado Halloween, y al ya común treak or treat.


El día de muertos es por mucho mi fiesta favorita. Soy un confeso foodie, vivo para comer, hago más ejercicio para poder comer más, y como saludable toda la semana para poder darme el gusto en las fiestas especiales. El ambiente se llena de los ya conocidos dulces típicos, que sabrá Dios por que motivos vienen con sabores más intensos para esta temporada, este fin de semana pude recordar los deliciosos sabores de la conserva de coco y de maní, el pan de jengibre, el chocolate, el bocadillo de tamarindo y de manzanilla, todo con sabores más intensos, más coloridos y más alegres.

En 4 grados hubo la turi-expo, un compendio de stands, de comida típica, artesanías, y lugares de turismo interno nacional ofreciendo hoteles, posadas, transportes, autorentals, Esto no es un artículo periodístico, por tanto no me dedicaré a hacer descripciones específicas de la actividad. A pesar que desconozco la logística y los objetivos del evento, me limitaré a decir que fue muy agradable. El aire hippie del parqueo de 4 grados, hizo un maridaje perfecto con los elementos étnicos de los güipiles, muñecas, cortes, gorras, y elementos decorativos autóctonos. La parte corporativa esta muy bien delimitada y segmentada del resto creando diferentes atmósferas. La ocupación estuvo relativamente pobre, que lástima para los que se lo perdieron, pero para quienes asistimos disfrutamos de los ambientes con total libertad, y sin la asfixia usual que se respira en las ferias sobrepobladas.



La comida estuvo exquisita, un poco cara para ser comida típica que se puede encontrar en cualquier mercado, pero el valor culinario, la sazón, el condimento y la higiene hicieron que el precio se sintiera bajo, no hubo pelo en la sopa que impidiera disfrutar la experiencia.



Gracias a Dios encontramos cosas guatemaltecas hechos por guatemaltecos que trabajan con amor y dedicación. Quiero cerrar esta nota lo siguiente: “En esta tierra las leyendas son como las flores, duran todo el año”:

miércoles, 29 de octubre de 2008

TIERRA DE LEYENDA

“Es que a la media noche, solo salen cosas feas.- ¡Ah bueno, como así, que me está queriendo usted decir?”.

Fotografía de escenografía,
(disculpen la mala calidad, no quise molestar a los actores con mis flashes)

Es una obra de teatro, puesta en escena por el grupo diez escrita y dirigida por Ricardo Martínez. Estuvo en cartelera del 12 al 26 de Octubre, en horario infantil, y aunque si tenia el uso de elementos pueriles, reflejaba la intención de conmover más allá del público infantil, lo cual la hace trascendental para todos los que fuimos a verla.
En el mes de octubre donde todos los espantos internacionales hacen presencia, dese la calabaza gigante de winni pooh y el pequeño efelante, hasta el ogro bueno de Shrek, fue interesantísimo ver como se toman elementos de nuestro folklore y se anticipan a la temporada de día de muertos con fanfarria y platillo.

Ricardo Marínez

imple, dos señores que se sientan en un parque a oir la radio y a contarse un cuento para explicar que es una leyenda. La radio que es solo un pretexto para poner un corto que con gran habilidad cuenta “la leyenda del ayudante inesperado”, con adaptación de Ricardo Martínez al texto de Héctor Gaitán quien también funge como narrador y quien tiene un reconocimiento especial el día de la clausura de la temporada. Esta leyenda utilizada como preámbulo, pone la atmósfera de surrealismo que envuelven a las leyendas de nuestros pueblos, se logró sentir una energía que contagiaba, de aquella sensación de cuando uno quiere ir al baño pero no está dispuesto a levantarse de la cama y menos a salir de la habitación por miedo a lo que podría o no estar en lo desconocido de la noche.
Ambientado en una atmósfera donde nos ponen a fotos de la ciudad de Guatemala hace más de medio siglo, dónde la 6ta avenida vibraba de comercio, dónde el sepia se confunde con la pátina añeja de las fotos, antes que las calles fueran inundadas con vehículos de combustible y la única maquinaria de transporte era el tren. Nos muestran a la Guatemala, que sabe a membrillo, a canillitas de leche y a fresco de suchiles.



El Duende, ese que también le llaman "el Sombrerón"
El hilo conector para el resto de los espantos de nuestro país, es la historia de la Cristy, una patoja que por desobediente sale a escuchar los versos que canta el duende, ése que también le llaman, “el sombrerón”, quien al ser encantada por enamoramientos cae en un trance, a lo que su madre, doña Osbe sale a pedirle ayuda a sus vecinas, doña Cheny y Nia Anita, que vayan a llamar al padre Alejandro, para que las ayude a sacar a la Cristy del trance, en lo cual salen a la media noche por el pueblo, cuya estenografía es una versión gigante de un cuadro del artista plástico Sergio González Goyri, con la estética de un libro de cuento para niños, dónde en los niveles de personas reales se encuentran a la Siguanaba quien con su equina faz por poco se lleva a un conocido de nuestras heroínas que por el mal hábito de querer tener aventuras románticas fuera de su casa, se lleva un tremendo susto que le deja, literalmente los pelos de punta, luego en un nivel intermedio con títeres grandes se presentan a las vecinas que en su afán de llegar a la parroquia al final de la colina se cruzan con los monjes penitentes, y la llorona, y ya al acercarse a la iglesia en un nivel superior con títeres más pequeños pero manejados con la misma gracia que los actores reales, se topan con el cadejo, el espanto que va vigilante tras los adoradores de Baco, que con sus patas de cabra y ojos de carbón encendido, llegan finalmente con el padre Alejandro y lo traen a la casa. El cual les aconseja que se muden de improviso para que el duende no se entere a dónde van y no las pueda seguir, pero ellas al parecer no fueron muy discretas puesto que el duende, ese que le llaman “el sombrerón” ya sabía hacia donde se habían mudado.

obra de Roberto González Goyri
acrílico sobre masonite, 1966
Fotografía de Ray Rosales
Al frente, Caricatura del Cadejo:
obra de Pedro Santacruz
Tinta sobre papel, 2008


En resumen las actuaciones fueron geniales, con gracia, movimiento, fluidez, de la cual para el receso de 10 minutos se nos hizo eterno, puesto que queríamos ver la continuación de la historia. A pesar que es una historia conocida, el desenvolvimiento de la trama estuvo lleno de risas, y decoraciones literarias y algunas reflexiones, apuntando que los espantos culturales tienen la intención de castigar los vicios de la comunidad, como la desobediencia, el adulterio, la vagancia, el alcoholismo y la pereza.
Fue una obra que definitivamente nos dio más de lo esperado, y espero que sigan haciendo teatro con la calidad de esta obra. Para todos ellos muchas Gracias.

“Como el Sombrerón, una lágrima de emoción que brilla como las estrellas eternas de las leyendas guatemaltecas.”
Celso Lara

viernes, 24 de octubre de 2008

TRABAJO PRESENTACIÓN GARITA

Esta es una muestra de mi último trabajo de freelance, como dibujante, me pidieron esta garita.
Me preocupa que los elementos utilizados tan ampliamente en la arquitectura actual de Guatemala, que por casualidad se parecen mucho a los de la arquitectura antigüeña, techos de teja, cruce de ladrillos con piedra, cúpulas, molduras, pero las proporciones no tienen nada que ver con la cultura que tenemos, no digo que no me guste, pero simplemente el lenguaje arquitectónico utilizado no satisface mi necesidad de algún elemento nacional, no existe la originalidad, ni la universalidad, la originalidad depende de la capacidad de ser único, y eso es mucho pedir para cualquier arquitecto, y la universalidad es la capacidad de funcionar en cualquier lugar en el que se plantee, mi problema con este tipo de arquitectura es que aquí como en cualquier otro lado no funciona, se ve bien, cumple, pero no trasciende.


Yo creo que la arquitectura como forma de arte, debe de elevar tu alma, y muchas veces la capacidad de una obra civil de conectarnos a un nivel más elevado es simplemente nula. Nuestra capacidad de pago es la que manda y aunque podríamos explotar más nuestra creatividad para lograr más con menos, simplemente queda relegada. La causalidad es nuestro sello distintivo, y solo me queda pensar ¿Qué pasó con todos aquellos niños que entramos a la Facultad de Arquitectura con deseos de cambiar el mundo ladrillo por ladrillo?